ElTurismo Comunitario en el Ecuador:  
Una revisión de la literatura  
The community tourism in Ecuador: A literature review  
AUTORAS: Mstr. Mónica Rodas, Mstr. Narcisa Ullauri Donoso, Mstr. Iliana Sanmartín,  
Universidad del Azuay,  
mrodas@uazuay.edu.ec, nullauri@uazuay.edu.ec, isanmartin@uazuay.edu.ec.  
Cuenca-Ecuador.  
Manuscrito recibido el 6 de febrero de 2015 y aceptado para publicación, tras revisión  
el 3 de abril de 2015. Rodas, M., Ullauri Donoso, N., Sanmartín, I.Autoras 2015  
RICIT No. 9 (pag. 60 - pag. 77) ISSN: 1390-6305  
RESUMEN  
Este artículo analiza la situación del turismo comunitario en el Ecuador desde sus ini-  
cios hasta la actualidad, incluyendo el marco legal que lo promueve y los efectos sociales  
en las comunidades. El estudio establece que sus inicios fueron determinados en base  
al cuidado y preservación de la naturaleza, y crear una amplia participación comunitaria  
que entienda los beneficios de este turismo para mejorar la calidad de vida de la pobla-  
ción rural. El trabajo revisa los proyectos emblemáticos existentes en el Ecuador.  
Palabras Clave:  
Turismo comunitario, comunidad, sustentable, solidario  
SUMMARY:  
This article analyzes the community tourism situation in Ecuador from its beginning  
up to these days, including the legal frame work which moves it and the social effects in  
the communities. This study establishes that in its beginning it was determined by the  
care and the nature preservation, and to create a wide community participation who  
understands the benefits of this kind of tourism in order to improve the quality of life of  
the rural population. This work reviews the emblematic projects that exist in Ecuador.  
Key words:  
Community tourism, community, sustainable, solidary.  
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INTRODUCCIÓN  
Los términos turismo y comunitario están doblemente cargados de lo social. Por un  
lado, el turismo y la ligazón con el visitante y, por otro, lo comunitario y los vínculos in-  
ternos y capitales sociales que deben ser fuertes dentro de una comunidad para formar  
un frente común y así enfrentar el desafío de una oferta turística competitiva, donde la  
percepción del visitante será el factor determinante para la rentabilidad, desarrollo y  
crecimiento económico de una comunidad.  
El turismo es una ciencia novel y no ha recibo la atención necesaria para medir el  
impacto económico que tiene en una población. El turismo comunitario no sólo se  
relaciona con los aspectos de la oferta turística de cada comuna sino con la perspectiva  
social, observándose cómo ha influido en la comunidad la práctica turística. Sin duda el  
turismo comunitario tiene mucho que ofrecer al desarrollo humano de cada una de las  
poblaciones donde se manifiesta.  
El objetivo general de este artículo es exponer el estado actual de conocimiento del  
turismo comunitario en el país, a través de una exhaustiva revisión bibliográfica, a fin  
de identificar los beneficios obtenidos para las comunidades a través de esta tipología  
turística. Los objetivos específicos son reseñar los antecedentes del turismo comuni-  
tario en Ecuador, el marco legal, analizar algunas de las experiencias de las comunidades  
en el turismo para identificar sus efectos, los factores de éxito y, finalmente, anotar las  
conclusiones.  
MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL  
El término comunidad es polisémico. En el aspecto legal ecuatoriano una comunidad es  
todo centro poblado que no tenga la categoría de parroquia” (Roux,2013).La Federación  
Plurinacional de Turismo Comunitario del Ecuador (FEPTCE), define comunidad como  
toda población organizada que comparte una identidad cultural común en un territorio  
definido” (FEPTCE, 2011). Una comunidad es un sujeto colectivo con sus propias institu-  
ciones y valores, con estructuras y prácticas democráticas solidarias, con fines sociocultu-  
rales, productivos, medioambientales, y participativos de sus miembros. En una comunidad  
el espacio geográfico se comparte entre los visitantes y comuneros, se fomenta una con-  
servación del patrimonio cultural e identitario de un pueblo (MINTUR, 2012).  
Cada comunidad es singular, con sus principios, valores, normas e instituciones que  
rigen su forma particular de organización y convivencia.Todo acercamiento al turismo  
comunitario deberá considerar las complejidades y los diferentes significados que tiene  
una comunidad no sólo como término polisémico sino con las singularidades de cada  
grupo humano,social,histórico,con el aspecto geográfico,inclusive consideraciones bási-  
cas que llevarán a una mejor gestión del destino realmente dirigido desde la comunidad.  
El factor diferenciador del turismo comunitario con similares tipologías estriba en la  
gestión comunitaria del turismo a través del desarrollo de su organización plenamente  
comunitaria con base a sus capitales sociales fuertes (Fernández Aldecua, 2011). Uno de  
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los tipos de capital social es el comunitario que se define como:  
El conjunto de recursos que, fundamentados en valores y principios comunes, existen en las  
estructuras comunales y se manifiestan con relaciones de confianza, cooperación y reciproci-  
dad,así como con normas,organizaciones,instituciones y redes que facilitan la acción colectiva  
para el logro de ciertas metas de desarrollo comunitario (Argueta-Jaén, 2012).  
El capital social, basado en los principios de equidad, reciprocidad y confianza, que  
refleje una comunidad, está directamente relacionado con la eficiencia en la gestión or-  
ganizativa de una comunidad que permita al grupo sobrevivir en este mundo globalizado  
(Bartholo et al.,2009).La cooperación tiene una relación directamente proporcional con  
los capitales sociales. Angus Lyall refiere a Boix y Posner, quienes observan que la rei-  
terada cooperación “aumenta los capitales sociales disponibles”, y a la inversa,“fallas en  
la cooperación disminuyen los capitales sociales” en las distintas etapas de negociación  
entre los actores locales y los intermediarios financieros (Prieto, 2011).  
El que una comunidad tenga capitales sociales fuertes será un predictor del éxito  
de la actividad económica que se proponga una comunidad, sea o no turística. Los  
capitales sociales benefician a una comunidad en varios aspectos. En lo económico y  
material la comunidad recibe mayor impulso, desarrollo y sustentabilidad de proyectos  
comunitarios turísticos.En el aspecto social y cultural los beneficios son cohesión grupal,  
fortalecimiento de la identidad, vida social y mayor acceso a servicios colectivos. En el  
aspecto político y cívico la comunidad se beneficia en la coordinación e interacción con  
diferentes agentes, mejora en la capacidad de propuestas e intervención y en el diálogo,  
negociación y generación de acuerdos (Argueta-Jaén, 2012).  
Por otra parte,en relación a las definiciones de turismo comunitario que se encuentran  
en la literatura, éstas coinciden en manifestar que el turismo comunitario surge y es ges-  
tionado por la propia comunidad,aunque sea inspirado en otras experiencias (Lima,2012),  
(Roux, 2013), además incluyen una repartición justa y equitativa de los dividendos en base  
a la solidaridad y democracia con capitales sociales fuertes y participación. Las variantes  
de estas definiciones se inclinan por una organización empresarial (Maldonado,2008),o al  
ecoturismo (Internacional, 2001). La FEPTCE define turismo comunitario como:  
La relación de la comunidad con los visitantes desde una perspectiva intercultural en el desarrollo de  
viajes organizados con la participación consensuada de sus miembros,garantizando el manejo adecua-  
do de los recursos naturales,la valoración de sus patrimonios,los derechos culturales y territoriales de  
las nacionalidades y pueblos para la distribución equitativa de los beneficios generados (FEPTCE ,2012).  
Por tanto,el turismo comunitario es una actividad socioeconómica,con la inclusión de  
todos los miembros de una comunidad,a través de una distribución equitativa de los de-  
rechos y obligaciones. El turismo comunitario se origina en la decisión de la comunidad  
de mostrar al otro la esencia de su vivencia diaria, cultura, cosmovisión, la autenticidad  
de una vida que transcurre diferente y a veces indiferente a este mundo globalizado.  
No hay cifras claras que reflejen el beneficio económico del turismo comunitario; hay  
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abundante evidencia de los beneficios sociales con sus prácticas democráticas y solida-  
rias para el bienestar equitativo de los miembros de la comunidad y el uso sostenible  
de los recursos culturales y naturales intrínsecos a las comunidades, dado que en sus  
territorios se concentran vestigios culturales y entornos naturales, en ocasiones, de  
belleza singular.  
La revisión de la literatura muestra que el término turismo comunitario se acuñó en  
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985 (López Guzmán y Cañizares, 2009); (Domingo Soler et al, 2013); (Orgaz Aguera,  
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013). El primer emprendimiento de turismo comunitario en Latinoamérica fue en la  
isla de Taquile, Perú, a inicios de la década de los 70´s (Canchis, 2008). En Ecuador el  
génesis del turismo comunitario corresponde a la comunidad de Agua Blanca, provincia  
de Manabí (1979) (Ruiz Ballesteros & Solis Carrión,2007) y Capirona,provincia deTena,  
en 1989 (Prieto, 2011).  
Doris Solís Carrión ubica el origen del turismo comunitario en el Ecuador para la dé-  
cada de los 80´s y cita como antecedente la resistencia de las comunidades indígenas a las  
actividades petroleras y madereras en los años 70´s que representó una disminución de  
sus territorios, la privatización de sus recursos comunales y, por tanto, una disminución  
de tierras para caza, estancia y agricultura, creando al mismo tiempo una demanda de las  
comunidades hacia el apoyo económico de las empresas petroleras (Ruiz et al., 2008).  
Posteriormente surgió la demanda del turismo de naturaleza, iniciado en las Islas  
Galápagos a raíz de su declaratoria como Patrimonio Natural de la Humanidad en 1978,  
extendiéndose hacia el norte de la Amazonía donde las tour operadoras usaban mano  
de obra local para empleos poco cualificados, con una exigua remuneración, cambiando  
prioridades y destinos” y dejando a las comunidades sin parte activa en la regulación  
del flujo turístico. Doris Solís argumenta que las comunidades fueron más bien objetos  
de atracción turística que “sujetos activos de desarrollo” (Ruiz et al., 2008). Así, las  
comunidades eran visitadas por sus recursos naturales y culturales pero los beneficios  
económicos de la actividad turística eran “limitados e impredecibles” (Ruiz et al., 2008).  
Fanny Roux refiere a Julie Carpentier, quien igualmente opina que el turismo comuni-  
tario en Ecuador surge en oposición a las empresas extractivas y de operación turística,  
de modo que ahora los pueblos indígenas serían “sujetos” y no “objetos de desarrollo”  
(
Roux,2013). En este contexto,durante la década de los años 80´s,los pueblos indígenas  
formaron la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana  
CONFENIAE) y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE),  
(
en la búsqueda de la revalorización de sus derechos culturales y de herencia territorial,  
del desarrollo local y la gestión propia aunque empírica del“ecoturismo con base comu-  
nitaria” (Ruiz et al., 2008). Todas estas alternativas servirían para afrontar la persistente  
brecha “socio económica entre la ciudad y el campo” (Prieto, 2011).  
A finales de los 90´s el poder legislativo, el municipal y la gestión de los movimientos  
indígenas y afros a través del Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos  
del Ecuador, (CODENPE), el Proyecto de Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Negros  
del Ecuador (PRODEPINE) y la Organización Internacional delTrabajo (OIT) proponen  
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la “necesidad y reconocimiento de la FEPTCE”. Para el año 2002 las políticas públicas  
fortalecen el desarrollo del turismo comunitario a través de la Ley deTurismo.  
La creación de la FEPTCE en ese mismo año fue otro impulso que recibió el turismo  
comunitario dado que esta institución tiene la misión de fortalecer y posicionar el turis-  
mo comunitario del Ecuador dentro y fuera de las fronteras nacionales.  
La FEPTCE expone principios del turismo comunitario relacionados con los aspectos  
ambientales, culturales, sociales, económicos y políticos en la práctica turística. Parti-  
cularmente en el aspecto social, el turismo comunitario “fortalece el nivel organizativo  
(…), promueve la integración de los miembros de la comunidad, fortalece la autoestima  
y promueve la solidaridad y cooperación y respeto a la vida”.Este organismo recibe apo-  
yo de la cooperación internacional y de organismos en defensa de los pueblos indígenas  
(Ruiz et al., 2008).Aunque la FEPTCE tiene incidencia política en la economía popular y  
solidaria del país, no ha logrado “alcanzar presupuestos que demanda el turismo comu-  
nitario para infraestructura turística y mejora en la calidad de servicios” (Roux, 2013).  
El afincamiento del turismo comunitario en Ecuador tiene su fortaleza en la singulari-  
dad de las comunidades ecuatorianas con factores intrínsecos que propician el desarro-  
llo del turismo comunitario, por ejemplo, las inteligencias colectivas como la minga. Una  
comunidad tiene significados comunitarios profundos relacionados con la revalorización  
de la identidad, la defensa del territorio, la mejora en la calidad de vida y la necesidad del  
fortalecimiento organizacional comunitarios.  
The Ecoturism Society ha posicionado al Ecuador como“líder mundial en ecoturismo  
comunitario” (Ruiz et al., 2008). Las razones apuntan a ser uno de los países pioneros  
en este tipo de turismo, la política pública que lo apoya, su característica de país plurina-  
cional y multiétnico, los altos niveles de pobreza en los habitantes de zonas rurales, que  
ha llevado a considerar el turismo como un medio para que comunidades campesinas,  
indígenas y afro ecuatorianas obtengan ingresos adicionales, de modo que se considera  
al turismo comunitario como una estrategia para el desarrollo local, la conservación de  
los recursos naturales y culturales y para la “construcción de relaciones más equitativas  
y respetuosas”. Indirectamente, el turismo comunitario es un reafirmador del carácter  
pluricultural del Estado ecuatoriano (MINTUR, 2012).  
Marco legal del turismo comunitario en el Ecuador  
El turismo comunitario tiene preponderancia en el marco legal ecuatoriano, así como  
en los planes de desarrollo nacionales. En la Ley de Turismo del 2002, Art. 3, literal e)  
se establece que el “Estado reconoce la participación legítima de las comunidades in-  
dígenas, rurales, montubias, campesinas y afroecuatorianas en la prestación de servicios  
turísticos”. En el Art. 12 se dispone que las comunidades locales organizadas y capaci-  
tadas recibirán del Ministerio de Turismo del Ecuador (MINTUR), todas las facilidades  
para el desarrollo del turismo y no tendrán exclusividad de operación en el lugar que  
presten sus servicios. Por otra parte, el Art. 13 crea el Consejo Consultivo deTurismo,  
un órgano asesor de la actividad turística del país y del MINTUR. Este consejo estaría  
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integrado por 10 miembros con voz y voto, uno de los cuales sería un representante de  
la FEPTCE (Ecuador, 2008).  
En el año 2009 el MINTUR expidió el Instructivo para Registro de Centros deTuris-  
mo Comunitario (CTC), y en el año 2010, el Reglamento para los Centros Turísticos  
Comunitarios considerando que “es urgente apoyar a las comunidades que buscan el  
desarrollo del turismo como herramienta de lucha contra la pobreza” (Turismo, 2010).  
Para Carlos Maldonado este reglamento “es un proceso burocrático (…) un riesgo de  
nuevas barreras para el ejercicio del turismo comunitario” (Bartholo et al., 2009) en  
alusión a los requisitos para el registro de los CTC. Si bien es cierto son requisitos  
que envuelven trámites ante distintas instituciones, no obstante aseguran el carácter  
comunitario del emprendimiento, la capacitación recibida en materia turística y la or-  
ganización interna. Este reglamento dispone en su Art. 4 que la comunidades “deben  
estar constituidas como personas jurídicas”; además de registrarse en el MINTUR  
antes del inicio de sus operaciones; en el Art. 5 se estipula que habrá emprendimien-  
tos turísticos de propiedad privada o familiar que “no se involucren en la actividad  
turística comunitaria; no obstante se someterán a las normas comunitarias “en cuanto  
al uso y gestión de los atractivos turísticos”; el Art. 9 dispone que habrá una visita de  
inspección por parte del MINTUR para verificar si el emprendimiento cumple con  
los estándares mínimos de calidad y el Art. 18 establece la condición de exclusividad  
de los atractivos turísticos asentados en una comunidad; de modo que si cuenta con  
títulos de propiedad o bajo posesión ancestral tienen “derecho de dominio o derecho  
de posesión”. Para que la empresa privada use estos recursos deberá coordinar con  
la comunidad (Turismo, 2010).  
El Reglamento especial deTurismo en Áreas Naturales Protegidas, RETANP, en el Art.  
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2 prioriza entre otros estamentos la “participación de las comunidades y el mejora-  
miento de las condiciones de vida de la población” y en elArt. 21 señala la capacitación  
en temáticas relacionas con la “presencia de comunidades locales prácticas y conoci-  
mientos ancestrales” (Ambiente, 2002).  
El COOTAD en el Art. 54 literal g), señala que dentro de las funciones de los GAD´s,  
está el“regular,controlar y promover el desarrollo de la actividad turística cantonal pro-  
moviendo la creación y funcionamiento de (…) empresas comunitarias de turismo”. Por  
otra parte el CODENPE, en la Agenda de Políticas Públicas Igualdad en Diversidad, en  
la política 4 propone:“generar mecanismos para que las nacionalidades y pueblos sean  
ejecutores de programas y proyectos como emprendimientos en turismo comunitario”.  
El Plan Nacional del BuenVivir 2013-2017, tiene como uno de sus lineamientos para  
la matriz productiva promover el desarrollo del turismo,específicamente se hace men-  
ción del fomento del “turismo comunitario”. Por otra parte, el PLANDETUR 2020  
contempla dos programas relacionados directamente con el turismo comunitario“De-  
sarrollo y fortalecimiento del Turismo Comunitario y patrimonio cultural para el tu-  
rismo del Ecuador” y “Turismo de Naturaleza y Comunitario” que “lamentablemente  
no han sido ejecutados” (Roux, 2013). Además propone trece proyectos relacionados  
directamente con el turismo comunitario en el Ecuador.  
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El MINTUR ha desarrollado el programa“ConsolidaTurismo Comunitario”, que tiene  
por objeto mejorar el producto turístico comunitario a través del apoyo a las comu-  
nidades en asistencia técnica, capacitación, calidad y promoción; no obstante, para ser  
beneficiarios del programa, la comunidad debe estar legalmente reconocida tanto por la  
Secretaría de Pueblos y Nacionalidades como por el MINTUR.  
MÉTODOS  
Este artículo de revisión empleó la metodología bibliográfica exhaustiva, a través de  
una búsqueda automatizada del estado del arte del turismo comunitario en Ecuador,  
en bases de datos de bibliotecas científicas digitales y en las páginas web instituciona-  
les. La revisión incluyó libros, revistas y otras fuentes virtuales sobre el tema.  
La búsqueda avanzada fue a través de las palabras clave “turismo”,“comunidad”,“tu-  
rismo comunitario”,“tourism based in community”,“tourism”,“community”, usando los  
operandos de las expresiones boleanas. Se privilegiaron los documentos con un máxi-  
mo de cinco años de haber sido publicados, descartando aquellos que no cumplieron  
con esta condición, a no ser que un artículo fuera de relevancia y/o de profundo rigor  
científico. El idioma de la literatura publicada fue en español o inglés.  
El análisis de la información bibliográfica recogida fue en etapas,primero la familiariza-  
ción con el contenido de los documentos, su clasificación y descarte, luego la selección  
de los artículos más importantes extractando la información relevante, para después  
analizar y sintetizar la información seleccionada. Se buscó una relación de las variables  
causa-efecto del turismo en las comunidades, para identificar los beneficios sociales, y  
poder aislar ciertos factores que pudieran contribuir al éxito en el turismo comunitario.  
RESULTADOS  
En el 2013 la FEPTCE publicó el documento “Turismo comunitario ecuatoriano, con-  
servación ambiental y defensa de los territorios” donde se informan que en el país  
existen “ocho redes de turismo a nivel cantonal y provincial socias de la FEPTCE que  
agrupan a varias comunidades”, entre las cuales constan: la Corporación Provincial de  
Turismo Comunitario de Sucumbíos (CORTUS), la Corporación de Desarrollo Comu-  
nitario y Turismo de Chimborazo (CORTUCH), la Red Indígena de Comunidades del  
Alto Napo para la convivencia Intercultural y Ecoturismo (RICANCIE), la Red de los  
Centros Turísticos Comunitarios del Cantón Arajuno, Runa Tupari, Saraguro Rikuy, Red  
deTurismo de Muisne y Sumak Pacha.  
Como se observa en el Gráfico 1, en total son 158 operaciones de turismo comuni-  
tario121 están afiliadas a la FEPTCE. De las 158 operaciones “44 son consolidadas, 61  
en proceso, 23 iniciado, 7 colapsadas o estancadas 23 son sin información” (Roux, 2013).  
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Gráfico No. 1  
Operaciones de turismo comunitario en el Ecuador  
Fuente: Fanny Roux, 2013  
En cuanto a la gestión del turismo comunitario la FEPTCE reconoce solo tres formas  
de gestión comunitaria: la participación directa de una sola comunidad, la de dos o más  
comunidades asociadas que ofertan un solo producto turístico y la participación de un  
grupo familiar nativo pero con el aval de la comunidad a la que pertenece, de modo que  
sin el aval de la comunidad no hay turismo comunitario” (Roux, 2013) puesto que fa-  
milias independientes que habitan una comunidad no pueden lucrar individualmente con  
los patrimonios culturales y naturales pertenecientes al colectivo comunitario.  
Aunque en el país existen comunidades con recursos turísticos naturales y culturales,  
su aporte al turismo nacional es mínimo. El MINTUR informó para el año 2011 que el  
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,3% de turistas no residentes realizaron actividades de turismo comunitario, frente al  
,5% de visitantes nacionales que sí visitaron Centros de Turismo Comunitario (MIN-  
TUR, 2012). De modo que las comunidades, para fortalecerse en la gestión turística,  
demandan de la política pública servicios de desarrollo empresarial,calificación de recur-  
sos humanos, la creación y apoyo para certificaciones de calidad y marketing nacional e  
internacional (MINTUR, FEPTCE, SPMSPC, 2012).  
Experiencias de turismo comunitario en Ecuador  
Las experiencias de turismo comunitario en el Ecuador han sido investigadas por va-  
rios autores y publicadas en diversas revistas enfocadas desde una perspectiva más cua-  
litativa que cuantitativa, por la limitación de estadísticas actualizadas y cifras económicas  
claras (Prieto, 2011), (InostrazaV., 2008), (Roux, 2013), (Reyes & Ballesteros, 2011), (Ruiz  
et al., 2008), (Ruiz Ballesteros & Solis Carrión, 2007), (Torre, 2010).  
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Es importante señalar que estos datos se relacionan con comunidades consolidadas  
en la práctica turística. La FEPTCE no dispone de datos de experiencias de turismo  
comunitario que no están afiliadas a este organismo o las que están en proceso de con-  
solidación (Roux, 2013). De hecho, en el Encuentro Regional de Turismo Comunitario  
se informó que mayoritariamente se trata de empresas turísticas comunitarias pequeñas  
con una capacidad promedio de 15 huéspedes (MINTUR, FEPTCE, SPMSPC, 2012).  
Por lo anteriormente expuesto, a continuación se presenta una síntesis de los casos  
relevantes de turismo comunitario gestionados por la comunidad o por familias con el  
aval de la comunidad, se excluye las formas de gestión en asociación con organizaciones  
públicas o no gubernamentales pues no son casos de turismo puramente comunitario.  
Centro Cultural Agua Blanca  
Ubicado en la comunidad de Agua Blanca, parroquia Machalilla, cantón Puerto López,  
provincia de Manabí, fue fundado en 1965. Cuando la hacienda de Agua Blanca quebró,  
el estado transfirió la propiedad al Parque Nacional Machalilla creado el 26 de julio de  
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979, este hecho significó para sus habitantes la pérdida de su medio de vida y de su  
territorio por lo que fueron renuentes a abandonarlo. Su medio de vida consistió en la  
explotación maderera para la elaboración de carbón, la caza y el pastoreo de cabras,  
todas estas actividades incompatibles con los principios de conservación del Parque  
Nacional Machalilla.  
Durante la década de los 80’s, los arqueólogos Colin Mc Ewan y María Isabel Silva  
realizaron por cinco años estudios arqueológicos de la cultura Manteña (800 a 1532  
d.C.) a través de un proceso llamado “arqueología participativa” consistente en el in-  
volucramiento de la comunidad en las labores arqueológicas. Aunque en un inicio los  
comuneros no mostraban interés por los vestigios encontrados, no obstante significó  
una fuente de empleo por cinco años, lo que influyó para su apropiación de la cultura  
que estaba ligada al territorio que se negaban a abandonar. En este contexto, el inte-  
rés por el turismo creció como una forma de permanencia en el sitio y un medio de  
vida alternativo a las actividades extractivas incompatibles con los principios del Parque  
Nacional. La capacidad de autoorganización de la comunidad y su adaptación a los cam-  
bios externos produjo que los comuneros manifestaran según Esteban Ruiz Bellesteros  
resiliencia socio ecológica” (Ruiz, 2011). El cambio de mentalidad de los habitantes de  
Agua Blanca se muestra porque ahora no ven los árboles como producto para el carbón,  
pues necesitan conservar los recursos naturales para la oferta turística. Ruiz Bellesteros  
considera que el secreto de la actividad turística es la“apropiación del aguablanquense”;  
la imbricación del ambiente y la cultura tanto en el proceso de reivindicación como  
en la necesidad de transmitir esto a las nuevas generaciones (…) la apropiación es un  
proceso que se habita”. La laguna que hay en el lugar sirve como medio fortalecedor de  
la comunicación y la identidad en prácticas comunitarias. El turismo en Agua Blanca ha  
contribuido a disminuir la migración, algunos emigrantes han regresado al lugar. Entre la  
oferta turística están la visita al museo, huertos comunitarios, servicios de alojamiento,  
alimentación, senderismo y venta de artesanías. El 24% de sus ingresos son por concep-  
to de turismo, en segundo lugar está la recolección de tagua (Ruiz, 2007).  
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Comunidad de Capirona  
Forma parte de RICANCIE. Esta comunidad kichwa está ubicada en la parroquia Mi-  
sahuallí en el cantón Tena, provincia de Napo.Tiene de relevancia el ser uno de los pri-  
meros emprendimientos de turismo comunitario en el Ecuador;en el año de 1989 inicia  
la actividad turística con el apoyo de la ONG Jatún Sacha en el contexto del desarrollo  
del ecoturismo en la Amazonía ecuatoriana. Iniciaron con una cabaña y una demanda  
de 12 turistas al año con una estadía máxima de tres días por visita. La multiplicidad de  
experiencias de turismo comunitario en elAlto Napo ha resultado en que el crecimiento  
de las llegadas no haya sido constante (Andrés Montalvo Salgado, 2011). En las épocas  
de mayor crecimiento, una parte de los ingresos fueron destinados para la inversión en  
infraestructura y otra para la repartición equitativa entre sus miembros,lo que incluía un  
fondo comunal para préstamos a los socios (Andrés Montalvo Salgado, 2011).  
Un estudio realizado por Fander Falconí y Juan Ponce evidencia que el turismo comunitario  
ha mejorado las condiciones de vida de la población,ha elevado la autoestima y ha contribuido  
a“valorar el entorno medio ambiental y fortalecer los lazos comunitarios”. Además,el modelo  
comunitario“mejora las capacidades de todos los miembros de la comunidad” (Prieto,2011).  
Comunidad de Yungilla  
Localizada en los andes ecuatorianos, en la parroquia Calacalí, cantón Quito, provincia  
de Pichincha, inicialmente fue una gran hacienda que a raíz de la Reforma Agraria se  
dividió entre los comuneros,quienes fundaron la comunidad en el año 1970.En un inicio  
subsistían de la fabricación del aguardiente para luego dar paso a la extracción del car-  
bón en un bosque primario. La inclusión de parte de sus territorios en zonas protegidas  
generó en sus habitantes la necesidad de un cambio de actividad económica, amigable  
con la conservación del medio ambiente. En 1997 se inició un proyecto de ecoturismo  
comunitario con actividades complementarias de elaboración de quesos, yogurt, tienda  
comunitaria, artesanías, cultivo y manejo de orquídeas y huertos orgánicos. La fortaleza  
organizativa de la comunidad ha sido un elemento fundamental para la ejecución y per-  
manencia de estos proyectos, aunque se reconoce el apoyo inicial de la Fundación Ma-  
quipucuna desde 1995 al 2000. La organización comunitaria refleja equidad de género y  
generacional, tiene una directiva elegida democráticamente cada dos años (Roux, 2013).  
Unas 45 familias participan en la actividad turística, con una capacidad de 33 personas;  
el 60% de llegadas corresponde al segmento nacional. Los ingresos por concepto del  
turismo se distribuyen, una parte entre sus miembros y otra parte en la reinversión  
en infraestructura, mejora de vivienda, promoción, servicios básicos y organización de  
eventos.A la oferta turística tradicional se incluye el voluntariado y la participación en  
juegos tradicionales. Los resultados de la práctica turística han incidido en la conser-  
vación ambiental dado el cambio de actividad económica de la extracción del carbón a  
los servicios turísticos con su oferta complementaria. La reforestación de las tierras ha  
permitido la recuperación de las fuentes de agua de manantial, la disminución de la ero-  
sión, el aumento de los humedales y el aumento en la población de especies de animales  
nativos, debido al abandono de la caza de animales silvestres (Roux, 2013).  
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En el aspecto social el turismo comunitario ha mejorado la calidad de vida de los  
habitantes en lo que respecta a una mejora de calidad en la vivienda y en la forma de  
alimentación e higiene,por lo que la autoestima de la población ha aumentado junto con  
la revalorización de la organización y el sentimiento de lo comunitario. En el aspecto  
educacional, los jóvenes ahora siguen estudios universitarios sin migrar a otro lugar.  
La actividad turística es un complemento a la actividad económica de la comunidad. El  
turismo comunitario ha enriquecido a la población a través de la solidaridad,“el poder y  
control de decisión sobres sus vidas y destinos”, el respeto no sólo por otros humanos  
sino por la naturaleza, viviendo un modelo de vida ajeno al consumismo globalizado  
que manifiesta este mundo demostrando que “las comunidades son capaces de inventar  
alternativas de desarrollo sostenible” (Roux, 2013).  
Turismo comunitario en Íntag  
Ubicado en los cantones Cotacachi y Otavalo de la provincia de Imababura en un terri-  
torio comprendido por 76 comunidades que ocupan seis parroquias del cantón Cotacachi  
(Apuela, Plaza Gutiérrez, Cuellaje, Peñaherrera,Vacas Galindo y García Moreno) y una del  
cantón Otavalo (Selva Alegre). Tiene en sus territorios dos hot spots mundiales de gran  
importancia, el de los AndesTropicales yTumbes-Chocó-Magdalena (Roux, 2013).  
En defensa de sus territorios y en oposición a la extracción minera practicada hace  
treinta años, incursionan en el 2006 en el turismo comunitario, la agricultura orgánica, la  
artesanía.Se crea la Red Ecoturística Íntag (REI),conformada por once organizaciones base  
y el 2011 se crea la Operadora de Turismo “Ingaturs”. Las actividades complementarias a  
la práctica turística la coordina el grupo de MujeresViveristas que han jugado un papel im-  
portante en la lucha contra la minería y la violencia de género. Estas mujeres aportan con  
la fabricación de artesanías,cosméticos,aceites esenciales,bordados y jabones (Roux,2013).  
La gestión de la actividad turística en un inicio“fue desorganizada, cada organización trató  
de desarrollar su actividad de manera aislada”,además la promoción era inexistente.No obs-  
tante este panorama cambió con la ejecución de un modelo “técnico responsable, solidario,  
transparente y técnico”, pues cada dos años se elige en Asamblea a representantes de las  
once organizaciones base,entre los cuales se elige un Presidente y otras dignidades.La buena  
gestión turística se vio reflejada en el año 2013 cuando obtuvo la certificación de calidad“Tu-  
rismo comunitario con calidad sostenible enAmérica Latina” entregada por el Programa Ru-  
tas de la Fundación (CODESPA) y la CorporaciónAndina de Fomento (CAF) (Roux, 2013).  
Los beneficios ambientales de la práctica del turismo son un baluarte en contra de las  
actividades mineras para una población empoderada, principalmente femenina, además ha  
servido como una alternativa al trabajo agrícola que requiere un esfuerzo físico mayor para  
las mujeres. A nivel social,las capacitaciones recibidas en relación a la gastronomía,la agricul-  
tura orgánica y la higiene familiar ha mejorado la calidad de vida de las familias involucradas.  
El turismo comunitario“ha cambiado totalmente la vida de las familias que lo practican  
y de la comunidad”, el liderazgo de los hombres se ha fortalecido, los niños son más  
sociables y los ingresos se dirigen como beneficio para la comunidad para mejora en la  
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infraestructura, creación de escuelas y emergencias sociales, si bien es cierto que los in-  
gresos no revelarán una bonanza económica en las comunidades turísticas (Roux,2013).  
En lo relacionado con el ambiente, en las comunidades de Junín y El Rosal, la capaci-  
tación y la conservación ambiental han influido en la reforestación de especies nativas,  
el desarrollo de la agroecología, y el uso de materiales de la zona para la fabricación de  
infraestructura turística de modo que no afecte el paisaje visual. Los desechos sólidos  
orgánicos son utilizados para el abono de las fincas, aunque la disposición de los dese-  
chos de tipo inorgánico es un área que todavía requiere atención (Roux, 2013).  
Hasta aquí se ha hecho referencia a algunas de las operaciones de turismo comu-  
nitario en el Ecuador; no obstante es importante conocer dos casos más donde las  
iniciativas de turismo comunitario no han progresado o dado éxito a pesar del apoyo  
externo y los recursos naturales y culturales intrínsecos de una comunidad. El caso  
de la comunidad de Cangahua, analizado por Angus Lyall, se enfoca en que los capitales  
sociales se resquebrajan y no alcanzan para cumplir los objetivos de consolidación  
turística “cuando surgen lógicas de desarrollo distintas durante procesos de desarrollo  
turístico”. Al mismo tiempo se presenta el caso de la comunidad cercana de Chumillos  
que ha tenido más éxito en la actividad turística comunitaria dado que tiene capitales  
sociales fuertes y una valorización de su patrimonio cultural.  
Turismo comunitario en Cangahua y Chumillos  
Cangahua es una parroquia rural, pertenece al cantón Cayambe, provincia del Pichincha,  
donde la industria florícola ha tenido gran crecimiento en las últimas décadas, con oferta  
laboral para la población que ha denunciado tratos inhumanos como el trabajo infantil, la  
contaminación química, la “persecución de organizadores laborales” (Prieto, 2011). El tu-  
rismo en este lugar se ha tratado de desarrollar desde el 2004 en medio de un“estado que  
no cumple con las necesidades de infraestructura básica (…) ni actúa como intermediario  
entre la sociedad civil y los demás actores sociales” como ONG´s, proyectistas, empresas  
agropecuarias y el ProyectoArqueológico Pambamarca,PAP. Angus Lyall argumenta que la  
“capacidad organizativa de la parroquia como un todo es muy débil o quizás nula” debido  
a la poca comunicación, centrada en los problemas inmediatos y laborales.  
Una de las condiciones para el desarrollo del turismo comunitario es tener capitales  
sociales fuertes, pero en la comunidad de Cangahua hay una “falta de capitales sociales  
de buena calidad entre actores locales y las ONG y burocracias del Estado”. Los vesti-  
gios arqueológicos de aproximadamente 35 fortalezas incas y pre incásicas han atraído  
la llegada de pasantes de universidades extranjeras que junto con los arqueólogos han  
desarrollado proyectos para implicar a la población local, principalmente en la temática  
turística, con el objetivo de que sea la comunidad quién gestione las llegadas con crite-  
rios sostenibles y de conservación del sitio (Prieto, 2011).  
A diferencia del caso de Agua Blanca donde se empleó una arqueología participativa,  
en esta zona se socializó las actividades a través de visitas, folletos, exhibiciones. Aun-  
que el PAP, ha provisto limitada oferta laboral a la población local con las consecuentes  
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disensiones por la asignación de plazas de trabajo, no obstante ha tenido que “dejar sus  
excavaciones frente a amenazas de miembros de las comunas”.Además de lo anterior,  
la población manifiesta un tinte anti-imperialismo yanqui presentándose la queja de que  
los arqueólogos sacan el oro o joyas de las excavaciones”, en alusión a que el material  
encontrado se conserva fuera del centro poblado.  
La debilidad de los capitales sociales entre la población y el resto de actores locales  
radica, a juicio de Lyall, en las distintas concepciones de desarrollo. Mientras que los  
pobladores tienen lógicas de desarrollo “cortoplacistas por la herencia de un estado  
paternalista, por otro lado, el PAP valida los conceptos “desarrollo desde abajo, a largo  
plazo, en base a la participación, la capacitación y la planificación comunitaria”. Como  
consecuencia no se ha llegado a un acuerdo sobre un plan integrado para el turismo  
comunitario. El debate se centra en“qué comunidades deben integrarse o cómo se debe  
distribuir los ingresos, en iniciar o no el proyecto turístico con la construcción de in-  
fraestructura, en dónde edificar, en cómo se logra el desarrollo de turismo, a quiénes se  
dirige y para qué”. El consenso se dio solamente en el sentido de que se “debía formar  
un comité entre miembros de varias comunas” pero no se han hecho avances debido  
a situaciones históricas, geográficas, demográficas y económicas de la zona que imposi-  
bilitan la coordinación y cooperación entre comunidades, gobiernos locales y ONG´s.  
Es decir, están de acuerdo en desarrollarse pero no en cómo y para qué (Prieto, 2011).  
Por lo anteriormente expuesto, Cangahua tiene frágiles capitales sociales que minan  
la colaboración, participación, y el liderazgo que no logra una convocatoria para la toma  
de decisiones importantes en el aspecto turístico (Prieto, 2011).  
Por otra parte la comuna de Chumillos posee capitales sociales fuertes y una pla-  
nificación desde abajo, en el sentido que “se debe fortalecer la comunidad a través de  
la participación, la generación de alternativas económicas dentro de las capacidades e  
intereses de la gente local y la promoción del orgullo cultural local”. La comunidad de  
Chumillos también posee vestigios arqueológicos (Quitoloma), y aunque en sus inicios  
no hubo participación comunitaria en las excavaciones, sin embargo, la población está  
concienciada del valor de su patrimonio histórico lo que se refleja en su decisión volun-  
taria de retirar su ganado del área arqueológica a fin de conservarla.  
Con apoyo externo y un desarrollo desde abajo se lograron consensos con alta par-  
ticipación local sobre una actividad turística que iba consolidándose (Prieto, 2011). El 07  
de marzo del 2014 a través del Sistema Nacional de Compras Públicas se adjudicó por  
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9.580,36 una consultoría para capacitación y asesoramiento técnico en el área turística  
a la población de la comunidad de Chumillos (Cangahua, 2014).  
Los beneficios del turismo comunitario  
Los beneficios del turismo comunitario se pueden observar desde el aspecto cuali-  
tativo más bien que desde el cuantitativo. En lo socio cultural fortalece el empodera-  
miento, la autoestima, mejora la cohesión de la comunidad y crea una política democrá-  
tica y equitativa (Armstrong, 2012). En lo económico, el turismo comunitario contribuye  
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a la reducción de la pobreza más bien que a su erradicación;se relaciona con el Pro-poor  
tourism (PPT) porque genera empleo, con énfasis en mujeres y jóvenes, promoviendo  
y fortaleciendo la gobernanza local (Bartholo, Sansolo, & Bursztyn, 2009). Cuando los  
ingresos se reparten equitativamente, el turismo mejora la calidad de vida de la comu-  
nidad porque hay una reinversión en salud, educación, energías limpias e infraestructura.  
En lo ambiental favorece la sostenibilidad a través de un cambio de actividades extrac-  
tivas y perjudiciales para el ambiente por actividades de conservación de los recursos  
para el uso turístico como es el caso de la comunidad de Agua Blanca. Otro de los  
factores benéficos del turismo comunitario es “la voluntad política de forjar consensos,  
y concretar resultados, un alto grado de complementariedad y flexibilidad de las institu-  
ciones públicas, la búsqueda de efectos sinérgicos” entre actores locales, nacionales y la  
cooperación internacional (Palacios, 2012).  
Por tanto, el turismo comunitario debe contar con todo el apoyo en políticas y actos  
que los estados y gobiernos locales puedan aportar para generar desarrollo local desde  
las comunidades. Más allá del aspecto económico, la generación de capitales sociales  
contribuirá a la participación de todos los miembros de la comunidad no sólo para al-  
canzar beneficios y desarrollo turístico sino para las diferentes metas y objetivos de una  
comunidad que busca el bien colectivo.  
Aunque el turismo comunitario puede generar muchos beneficios para las comunidades,  
no obstante, todavía se manifiestan deficiencias en la calidad de la infraestructura y servi-  
cio turístico,“escasa conectividad,falta de servicios básicos,necesidad de diversificación de  
los productos ofertados,limitada gestión profesional e insuficiente acceso a conocimientos  
y mercados”.Otro problema es la venta de tierras a personas ajenas a la comunidad cuyos  
intereses son contrapuestos a la práctica turística o a la conservación. Algunas comuni-  
dades necesitan capacitación y cultura relacionada al manejo de desechos, tratamiento de  
aguas servidas, reciclaje y manejo de residuos inorgánicos (Roux, 2013).  
Sobre la base de las consideraciones anteriores, la consolidación de las operaciones  
singulares de turismo comunitario en el Ecuador tiene denominadores comunes que se  
relacionan con su sentido de apropiación a través de una revalorización de sus recursos  
naturales y culturales, una fuerte ligazón a su herencia territorial, un desarrollo participati-  
vo desde abajo, valores y principios que se relacionan directamente con capitales sociales  
fuertes, comunicación, solidaridad, reflejadas en forma de auto organización ajena a los  
tiempos y lógicas del mercado que no deja de ser eficaz en el sentido del alcance de sus  
metas comunitarias propuestas, con resultados que trascienden los indicadores económi-  
cos y financieros y reflejan logros cualitativos con mayor peso e importancia como la me-  
jora en la calidad de vida en el aspecto nutricional y de higiene,mayor conciencia ambiental,  
aumento de la autoestima al verse dueños de su propio destino, cambio en la mentalidad  
de acciones extractivistas a conservacionistas y fortalecimiento de los liderazgos.  
Factores que contribuyen al éxito del turismo comunitario  
El éxito tiene diferentes connotaciones y los indicadores económicos no siempre lo  
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reflejan por las características cualitativas de la operación turística comunitaria. El éxito  
del turismo comunitario se relaciona con la vialidad y auto sostenibilidad económica  
tanto a nivel individual como colectivo. Dada la singularidad de cada comunidad, las ex-  
periencias exitosas no son replicables (Armstrong, 2012).  
Una buena parte del éxito del turismo comunitario tiene que ver con sus inicios,  
debiendo nacer desde la inquietud de toda la comunidad por incursionar en la actividad  
turística, a través de una decisión completamente libre y voluntaria, de modo que la  
comunidad total se imbuya en las etapas de planificación y desarrollo de objetivos claros  
y alcanzables que permitan la satisfacción de las necesidades y capacidades singulares de  
cada comunidad (Armstrong, 2012).  
Esta participación comunitaria junto con el consentimiento informado de todos los  
miembros de la comunidad, no debe confundirse con la socialización o consulta a la  
comunidad de las decisiones finales. La participación es activa y debe realizarse en el  
entorno e idioma de la población local y considerando las sensibilidades locales, esto  
permitirá a las comunidades tomar decisiones de peso en lo que respecta al tipo de  
turismo que desea desarrollar y la medida en que permitirá compartir su cultura.  
El emprendimiento de turismo comunitario considera factores como el tamaño de la  
comunidad y su capacidad de carga, para que el número de visitas no llegue a abrumar a la  
población o marginarla,actuando proactivamente frente a los impactos negativos ambienta-  
les, sociales y culturales. Otro factor importante es la planificación económica y financiera,  
evitando la visión cortoplacista de los beneficios del turismo comunitario o el monocultivo  
del turismo.De hecho,las primeras etapas de desarrollo de la operación de turismo comu-  
nitario pueden necesitar más tiempo que otro tipo de emprendimiento; Armstrong cita a  
Townsed quien indica que pudiera tomar aproximadamente cinco años para desarrollar una  
buena organización y administración de turismo comunitario. La etapa preparatoria del tu-  
rismo comunitario incluye además visitas y actividades de consulta, sensibilización, creación  
de capacidades y establecer estructuras organizativas con roles claramente definidos,adap-  
tados a los grupos minoritarios, a los que todavía no están tan envueltos en una actividad  
económica, así como a las mujeres y los líderes clave (Armstrong, 2012).  
Una efectiva capacitación para los gestores y la comunidad en general, permitirá el desa-  
rrollo de habilidades y competencias que coadyuven a desarrollar una ventaja competitiva  
de la comunidad en el mercado turístico. En un inicio es posible que se necesite la asesoría  
de un equipo multidisciplinario pues la dependencia de un solo asesor no es recomendable.  
En ningún caso este apoyo es para imponer las recomendaciones en contra de los deseos o  
vocación de la comunidad. Las asesorías y capacitaciones tienen por objetivo que la ope-  
ración turística sea autosustentable y prospere independientemente de la ayuda externa.  
Las características intrínsecas de una comunidad exitosa en el turismo comunita-  
rio son: capitales sociales fuertes, motivación, compromiso a largo plazo, apoyo mutuo,  
buena organización, trabajo en equipo evitando la inequidad del poder y el manejo de  
conflictos, unidad, fuerte sentido de la identidad y la búsqueda del bien común.  
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Otros factores que inciden en el éxito del turismo comunitario son la calidad de la  
oferta turística con procesos eficientes, la diversidad de servicios, buena infraestructura,  
facilidades de acceso,y la seguridad en el destino.Por otra parte,una comunidad no puede  
tener éxito en solitario pues forma parte de una cadena de valor del turismo,con una fuer-  
te estructura institucional integrada con la empresa privada,instituciones públicas,líderes y  
emprendedores;pero sobre la base de un eficaz y eficiente proceso de toma de decisiones  
transparentes, inclusivas, equitativas y justas para el beneficio de todas y todos los miem-  
bros de una comunidad. Además,la distribución de ingresos se debe realizar lo más pronto  
posible, de modo que sea tangible para la comunidad su mejora en la calidad de vida.  
El monitoreo y la evaluación constante de los procesos, de los resultados y los be-  
neficios netos generados son importantes para el éxito a largo plazo. Este monitoreo  
corresponde a aspectos específicos como la presentación de informes de ingresos, re-  
gistros contables, estudios de satisfacción, tasas de ocupación, indicadores económicos  
y financieros, ingresos y ratios de hospedaje. Los resultados deben reflejar el aporte  
del turismo para la disminución de la pobreza y la contribución al desarrollo económico  
local (DEL). Aunque son varios los indicadores, estos deben mantenerse sencillos, cen-  
trados en la eficiencia y eficacia.  
CONCLUSIONES  
El turismo comunitario inicia en el Ecuador a finales de la década de los 70´s en Agua  
Blanca, provincia de Manabí. Surge debido a cambios sociales como los movimientos  
indígenas, los movimientos ambientalistas que buscan la conservación de los recursos  
naturales donde habitan muchas comunidades, la creciente demanda consumidora de  
productos turísticos innovadores y singulares y la presión económica de las comuni-  
dades que ven en el turismo una alternativa de ingresos para hacer frente a la pobreza.  
La ley de turismo del Ecuador (2002) reconoce la participación de las comunida-  
des indígenas en el turismo comunitario. El marco legal del turismo comunitario en el  
Ecuador está respaldado, además, por el RETANP, COOTAD, PNBV 2013-2017 y el  
PLANDETUR 2020.  
En el Ecuador la red de turismo comunitario FEPTCE (2002) asocia a ocho redes de  
turismo comunitario, con un total de 158 operaciones, de las cuales el 28% está conso-  
lidado y 44% en proceso de consolidación.  
Los efectos del turismo en las comunidades son más bien cualitativos que cuantitati-  
vos. Propicia la conservación de los recursos naturales y culturales, el desarrollo huma-  
no y comunitario, fortalece el empoderamiento, la autoestima,la cohesión,fortaleciendo  
los capitales sociales de la comunidad.  
Los factores de éxito para el turismo comunitario son capitales sociales fuertes en  
una comunidad,la justicia,equidad y participación. Intrínsecamente,una comunidad debe  
lograr manejo de conflictos, cohesión, búsqueda del bien común con roles definidos,  
empoderamiento,relación armónica con los actores sociales claves y un liderazgo fuerte.  
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